Controla tus mañanas, impulsa tu vida.
Robin Sharma es un reconocido autor de libros como los mundialmente famosos El lider que no tenía cargo o El monje que vendió su Ferrari. Es considerado uno de expertos más influyentes en el mundo del desarrollo personal y el liderazgo gracias a la venta de más de 15 millones de libros en todo el mundo. Personalmente, he leído El lider que no tenía cargo y me gustó mucho el concepto de que todos podemos liderar desde nuestra posición, incluso si no tenemos un cargo o un mando. Sin embargo, El club de las 5 de la mañana me ha marcado más, puesto que gracias a él he implementado auténticos cambios positivos en mi vida.
Sinopsis
El libro propone la adopción de hábitos matutinos para aprovechar mejor la energía que de manera natural tenemos por la mañana y conseguir mejorar nuestra salud, productividad y felicidad. Se basa en la potencia de las buenas rutinas gracias a la persistencia, a la fuerza de la mejora continua, y sobre todo gracias a aprovechar bien el tiempo que tenemos (que es nuestro recurso más escaso).
La trama o hilo conductor del libro es una historia en la que un hombre y una mujer descubren cómo impulsar su vida y sacarle el máximo partido gracias a la ayuda de un mentor que aparece en sus vidas y les guía en el camino.
Mi impresión general del libro.
A mí personalmente, la historia del mentor y sus pupilos no me enganchó especialmente porque me pareció demasiado exagerada y poco creíble. Sin embargo, las lecciones que el libro transmite me parecen muy acertadas y creo que cualquiera que lea el libro con ganas de aprender extraerá numerosas ideas y buenos consejos que aplicar en su vida.
El subtítulo del libro (Controla tus mañanas, impulsa tu vida) me ha marcado más que el título: El hecho de controlar mis mañanas me parece más relevante que el de levantarte a las 5 de la mañana, rutina a la que no he sido capaz de habituarme y que incluso no me parece del todo sana. Comparto que levantarse pronto y aprovechar bien las primeras horas del día es clave para aprovechar el tiempo en tu beneficio, pero entiendo que la hora concreta a la que debas levantarte dependerá de tus obligaciones laborales y tu vida social o familiar. En todo caso el descanso es vital; garantizar un mínimo de horas de sueño es imprescindible para mantenerse física y mentalmente sano.
Leer éste libro me ha ayudado a adoptar una rutina matinal que garantiza que cada día dedico tiempo a mi salud, al aprendizaje, y a la reflexión. Así, pase lo que pase después, el día ya me ha aportado algo. Me ha ayudado a implementar lo que Robert Kiyosaki llama «Págate a ti mismo primero». Al leer el libro me di cuenta de que estaba desperdiciando buena parte de mi energía al inicio del día en rutinas sin ningún valor, y enfocarme bien en ese momento ha supuesto una importante fuente de bienestar. Tras mi rutina matinal me voy al trabajo con la sensación de haber hecho algo bueno para mí y que, pase lo que pase en el resto del día, ya he dado mi pasito diario en el camino que quiero recorrer.
Pero, aparte de haberme ayudado a implementar éste buen hábito, el libro contiene otras muchas «lecciones» o consejos que quizá no sean especialmente novedosos, pero es importante recordarse de vez en cuando.
Principales mensajes del libro y reflexiones que yo he extraído.
Cualquier momento es bueno para empezar a mejorar tu vida.
Si sientes que tu vida es un desastre es porque tus miedos son más fuertes que tu esperanza. En momentos así no es fácil encontrar la inspiración o el propósito vital. No todo el mundo y en todo momento puede tener muy claro hacia donde quiere dirigir su vida. Sin embargo, mientras mantengas un mínimo de consciencia, serás capaz de identificar aquello con lo que no estás satisfecho, y en el momento que lo identificas puedes ponerte a trabajar para mejorarlo. Incluso si no tienes del todo claro a dónde te diriges, si tienes claro donde no quieres estar, puedes empezar el camino para salir de ese lugar.
Resultados extraordinarios requieren acciones no ordinarias.
Todo el mundo sabe que, para obtener resultados distintos, es necesario realizar acciones distintas. Así que es importante empezar a implementar cambios para que tu vida cambie. Pero no se trata tanto de introducir cambios radicales que difícilmente serán sostenibles en el tiempo, sino de introducir pequeños cambios que puedas mantener a largo plazo. A la larga, esos pequeños cambios darán un resultado mucho mayor de lo que imaginas.
Reduce distracciones
La mayoría de la gente se queja de no tener tiempo para hacer las cosas que quieren hacer, y sin embargo pasan varias horas diarias navegando sin rumbo en sus redes sociales o viendo televisión. Hace poco hablando con un amigo sobre la necesidad de hacer ejercicio cada día me decía que es consciente, pero que no tiene tiempo. Sin embargo, al preguntarle sobre su rutina diaria afirmaba que cada noche ve varios capítulos de alguna serie de televisión.
La clave está en alinear las acciones que realizas y en qué empleas tu tiempo, con la vida que quieres tener; con tus valores. Es fundamental que dediquemos más tiempo a aquello que es más importante. A qué dedicas tu tiempo marcará el resultado que obtienes. Y dado que el tiempo es limitado, y el recurso más escaso de que disponemos, para poder dedicar tiempo a aquello que es importante para ti debes evitar desperdiciarlo. Todas las personas disponemos de las mismas 24 horas al día, y sin embargo hay gente a la que le cunden un montón y gente a la que no le cunden nada. La diferencia está en cómo administramos ese tiempo.
No es que tengamos poco tiempo, sino que perdemos mucho
Séneca
El propósito de la vida es el crecimiento
Esto es muy evidente en las plantas, y no lo es tanto en las personas, pero es igualmente válido. Cuando dejas de crecer, empiezas a morir. Si quieres seguir teniendo una vida estimulante e interesante que vivir tienes que seguir aprendiendo y mejorando. Hay gente que muere a los treinta, aunque les entierren a los ochenta. Yo no quiero ser de esos. A mí me gusta la idea de seguir mejorando durante el resto de mi vida. Además, todo el mundo quiere que «las cosas mejoren» pero para que el mundo mejore lo tenemos que mejorar nosotros, y eso sólo es posible mejorándonos a nosotros mismos.
Sé el cambio que quieras ver en el mundo
Mahatma Gandhi
La importancia de la constancia
Los cambios más extraordinarios se consiguen mediante la implementación de hábitos que producen mejoras acumulativas. Las pequeñas mejoras diarias, si se hacen con constancia, a la larga dan unos resultados espectaculares. Así por ejemplo, 30 minutos de ejercicio al día pueden producir resultados espectaculares en tu cuerpo y en tu salud al cabo de uno o dos años; 30 minutos de lectura diaria pueden hacer que leas varias decenas de libros en un año… introducir pequeñas mejoras en tu dieta de maneras sostenida pueden suponer muchos más beneficios que una «dieta milagro» de 15 días; y sobre todo beneficios mucho más duraderos y sostenibles.
Las buenas rutinas crean una espiral ascendente que se retroalimenta y se acumula. Dedicar cada día un rato a mejorarte produce mejoras semanales y mensuales; y sostenidos en el tiempo producen grandes resultados en un año; y aún más en una década… ¿te imaginas lo que puedes conseguir en 10 años? Pues deja de imaginar y empieza a actuar, porque si no das el primer paso tu vida pasará y no te darás ni cuenta.
Conclusión
El libro aboga por que introduzcas en tu vida una rutina matinal de crecimiento basada en tres ejes principales: ejercicio, aprendizaje y reflexión. Para mí lo de levantarse a las 5h no es lo esencial. Lo importante es que, garantizando que duermes y descansas suficiente, dediques tu primera o primeras horas a esa rutina personal. Que te dediques tiempo a ti antes de dedicárselo a los demás; y que lo hagas con un propósito de crecimiento, y no de distracción.
En mi caso, tras la lectura del libro adopté el hábito de levantarme pronto y dedicar mis primeros 30 minutos a hacer ejercicio. Los siguientes 30 se los dedico al aprendizaje, ya sea leyendo o escuchando podcast mientras preparo el desayuno. Y por último, intento dedicar 5 o 10 minutos a la gratitud por todo lo que tengo y a la planificación del día. Otra cosa que hago a diario, es dedicar otro momento por la noche a recordar y agradecer todo lo bueno que me ha pasado en el día; y lo anoto en un «diario» que llevo en mi móvil.
Para mí ésta rutina está teniendo un efecto enorme en mi bienestar tanto físico como mental. Ya no necesito largas sesiones de entrenamiento para sentirme fuerte; los 30 minutos diarios de gimnasia me hacen sentir genial. Y los 30 minutos de aprendizaje me aportan también una gran satisfacción. Una de las mejores cosas que tiene esta rutina es la sensación de «deberes hechos» con la que te vas al trabajo o abordas el resto del día. Así, pase lo que pase, mi día ya ha valido la pena…
Además, comprometerse en la mejora de uno mismo es la manera más directa que tenemos de mejorar el mundo en el que vivimos.
Si cada uno barriera el patio de su casa, tendríamos un mundo más limpio
Madre Teresa de Calcuta
En resumen, que recomiendo la lectura y aplicación de los consejos del libro a pesar de que, como dije al principio, a mí la historia subyacente no me ha resultado creíble. En mi vida no ha obrado milagros, pero sí algunos efectos muy beneficiosos. Claro que, llevo sólo unos meses con esta rutina… ¿Quién sabe lo que podré conseguir en una década?