¿Por qué el amor es tan complicado?

  • Pablo 

Si buscas la respuesta a ésta pregunta… ¡Bienvenido al club! Yo me la he planteado en múltiples ocasiones desde mi proceso de divorcio. No estoy seguro de tener la respuesta, pero me apetece compartir mis reflexiones sobre el asunto.

Mi primera reflexión es poner en cuestión la propia pregunta: el amor no tiene por qué ser complicado. Nos parece algo complicado cuando no lo tenemos, o cuando lo tenemos y no es correspondido. También cuando hemos intentado relaciones y ninguna de ellas ha resultado lo que esperábamos de ella. Sin embargo, cuando amas y te sientes amado, no resulta complicado en absoluto. Es más, ayuda a que otras facetas de tu vida sean un poco más sencillas. Te sientes más optimista, con más energía… y en general todo fluye mejor.

Un inciso: Para mí la sencillez es un buen indicador de la salud de la relación. Es decir, que una "relación complicada" no es (en mi opinión) una relación de amor sana. Si describes tu relación como "complicada", piensa bien si la persona con la que estás es la correcta, la que sabe valorarte, respetarte, y qué es lo que te aporta. Es posible que una "relación complicada" funcione bien a nivel sexual, o en otros aspectos, pero no lo confundas con el amor. Alguien que te quiere intentará que tu vida sea más sencilla, que tengas paz, que seas feliz... en suma: que tu vida sea un poco más fácil. Si tu relación añade complicación a tu vida, quizá no estás con la persona adecuada. 

Dicho todo esto, la pregunta sería: ¿por qué cuesta tanto llegar a una relación en la que amas y te sientes amado? Y una vez más, mi reflexión sería negar la pregunta: Haciendo memoria de las distintas relaciones que he tenido en mi vida, me doy cuenta de que no siempre me resultó complicado. Tanto en la relación que tuve con mi ex-mujer como en alguna de las anteriores, el amor fluyó sin ningún esfuerzo ni dificultad, y con una fuerza e intensidad que no he vuelto a vivir después.

Entonces, si cuando era joven me resultó fácil y ahora me resulta complicado:

¿es la edad lo que hace más complicado amar y ser amado?

Mi impresión, y creo que estarás de acuerdo conmigo, es que la edad no es el factor determinante. Creo que es evidente que la edad por sí misma no es un impedimento para sentir amor. Sin embargo, al menos entre los que ya hemos superado la cuarentena también parece haber consenso en que «ahora» es más difícil que «antes».

Las relaciones rotas, los amores no correspondidos, las relaciones incipientes que despiertan expectativas que no cumplen, y demás vivencias dolorosas o decepcionantes respecto al amor van menguando nuestra fe. Los desamores pasados, en fin, son lo que dificulta que vuelva a fluir como lo hizo en otras épocas. Hay muy pocas experiencias más dolorosas que el desamor. Es normal que pasar una experiencia así deje cicatrices. Esas cicatrices van mermando por diferentes vías la capacidad de amar. Igual que una cicatriz física puede mermar al funcionalidad del miembro afectado.

Cuando conseguí recuperarme del bajón de autoestima que supuso mi divorcio probé suerte en alguna app de «contactos». Estaba convencido de que encontraría otra persona perfectamente compatible conmigo, a la que poder amar y sentirme amado. Pero, desde el principio observé que la mayoría de las mujeres con las que quedaba parecían totalmente desencantadas con el amor. La mayoría de ellas llevaban mucho más tiempo que yo separadas o divorciadas. Al haber vivido matrimonios que acabaron en ruptura, y alguna decepción posterior, muchas de ellas me comentaban lo complicado que es el amor. Algunas incluso han llegado a pensar que es imposible y han renunciado a encontrarlo de nuevo. Curiosamente, siguen quedando con gente para ver si «suena la flauta» pero sin fe en encontrar el amor de verdad. Quizás sea justamente esa actitud la que hace que encontrarlo sea tarea difícil.

Somos nosotros mismos los que lo ponemos difícil al amor.

Es cierto que no todos los días te cruzas con alguien compatible contigo, con quien compartas atracción física y conexión: visión de la vida, algunas aficiones, etc… Pero, cualquiera que haya pasado unos meses en una web/app de contactos sabe que es posible conocer en tres meses más posibles parejas de las que en otras épocas conociste en años. Y en esos meses llegas a tener citas con personas que encajan en los parámetros anteriores, pero con las que algo no cuadra bien; o incluso llegas a cuadrar y salir durante algún tiempo pero finalmente el amor «no fluye» y uno de los dos decide cortar para «seguir buscando».

Quizá una parte del problema resida precisamente en la «búsqueda». ¿Y si ese estado de búsqueda nos limita la capacidad de sentir de verdad? Muchas veces he oído que el amor aparece donde menos te lo esperas; que no se puede forzar… y cosas de ese estilo. Mi naturaleza racional me dice que debe ser más bien al contrario: por una cuestión puramente estadística, cuantas más oportunidades generes más probabilidad tendrás de que alguna de ellas sea «la buena». Pero no lo tengo del todo claro. Creo que en las emociones y los sentimientos las matemáticas no son necesariamente válidas. Pienso que es posible que ese estado de «alerta» esté en cierto modo reñido con la profundidad de los intercambios con cada persona. Eso nos puede llevar a descartar por detalles intranscendentes a personas que quizá nos hubieran encajado perfectamente.

Por ejemplo: a mí me ha pasado que después de una prometedora conversación telefónica con una chica, ésta rechaza quedar conmigo porque "anoche no me llamaste ni contestaste a mis mensajes". Daba por hecho que anoche estuve con otra y sin plantearse que quizá tengo otras cosas que hacer que estar quedando con chicas todas las noches... (como por ejemplo escribir artículos para mi blog). Por un lado pienso: "menos mal" que su lado celoso y controlador ha salido antes incluso de conocernos; no me gustaría salir con alguien así. Por otro lado entiendo que ese comportamiento se debe probablemente a que en el pasado ha tenido experiencias negativas que la hacen sospechar de todos los hombres. Pero al final pienso: "tú te lo pierdes". Probablemente el sospechar de todos hace que cuando se cruce un buen tío delante tuyo no lo sepas ver...

Reconozco que encontrar el equilibrio entre abrir tu corazón y protegerlo es muy complejo. Cuando has abierto tu corazón y te lo han partido tiendes a abrirlo menos. Y es que, en nuestra búsqueda, sin apenas darnos cuenta, podemos estar retroalimentando ese sentimiento negativo hacia el amor que nos lo pone cada vez más complicado a todos.

Por ejemplo, yo hace poco corté una relación con una chica con la que salía desde hace meses porque no me sentía enamorado de ella mientras que ella si lo estaba de mí. Y así, a pesar de no pretenderlo en absoluto, al final la hice daño y seguramente contribuí a reforzar en ella el pensamiento de que "el amor es muy complicado" (o algo mucho peor).  

Probablemente, con cada relación que inicias y terminas el sentimiento de que «es difícil» puede ir calando más hondo en ti. Hasta que, con el paso de años, puedes acabar siendo una de esas personas que ha dejado de creer en el amor… Y entonces es cuando volver a sentirlo se vuelve realmente difícil.

Complicado, sí, pero no imposible.

Siempre me ha gustado el refrán castellano que dice «Mientras hay vida hay esperanza» y trato de aplicármelo. Pienso que las cosas sólo se vuelven imposibles cuando dejamos de intentarlas. Como dice la famosa cita atribuida a Henry Ford: «Tanto si piensas que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto»

Así que, yo, asumo que no va a ser fácil, pero estoy convencido de que es posible. No tengo prisa, pero tengo ganas. No sueño con ello, pero me ilusiona. Sé que no depende completamente de mí, pero estoy dispuesto a poner todo de mi parte. No espero que caiga del cielo, sino que estoy dispuesto a ganármelo.

Al final, reflexionar sobre el amor me ha recordado lo importante que es para mí. En el fondo, ¿Qué más da si es complicado o sencillo? No es la búsqueda de lo sencillo lo que me ha traído hasta donde estoy y me ha hecho quien soy. Así que, no sé qué pensarás tú, pero yo estoy dispuesto a afrontar la dificultad porque sé si lo consigo habrá merecido la pena.

Si estás de acuerdo conmigo, lo más importante es que pase lo que pase, NUNCA DEJES DE CREER.

Me encantaría leer tus comentarios sobre el tema.

Etiquetas:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.